El 23 de Abril es —bueno, ha sido… ¡cómo no, yo siempre con retraso, ja,ja!— el Día del Libro.
¿Sabíais que el Día del Libro conmemora cada año el fallecimiento de William Shakespeare y Miguel de Cervantes?
Cervantes está considerado el “inventor” de la novela moderna. Yo no sé si diría tanto, pero lo cierto es que siempre he sentido mucha admiración por él y por su obra. Creo que además de un escritor como la copa de un pino, debía de ser un tío con mucha visión de negocio. Fíjate que consiguió aunar el éxito comercial (escribiendo una novela de caballería, de esas que en su época enloquecían a las masas) con la originalidad (en esas novelas, los aguerridos caballeros salvaban pueblos amenazados, doncellas en apuros y todo lo que se les pusiese por delante, y Don Quijote, como bien sabemos todos, era incapaz de salvarse a sí mismo…). Pues bien, Cervantes se echó unas risas a costa de todos esos estereotipos e inventó, de paso, la figura del “Antihéroe”. ¡Ole por él!
He de confesar que, hasta hace poco, el Día del Libro era para mí la excusa perfecta para “mariposear” por la librería de mi barrio y comprarme sin remordimientos una o dos novelas de novedades (“de las caras”). Y ya. Hasta ahí…
Sin embargo, tras publicar “Reflejos”, el Día del Libro significa mucho más para mí. Se ha convertido en algo así como el “chupinazo” que marca el inicio de la temporada de ferias del libro. Y este año, mi temporada de ferias arranca con … ¡la Feria del Libro de Valencia! Este año cumple su 54 edición (con razón es de las más antiguas de España) y se celebra en los Jardines de Viveros de Valencia. Estaré allí el sábado 4 de Mayo, firmando mañana y tarde en la caseta 80.
También voy a estar en la Feria del Libro de Madrid (¡la más importante de España, junto con Sant Jordi, en Barcelona!), el 9 y el 15 de Junio (¡allí hago doblete, ja,ja!).

Así que estas van a ser las primeras Ferias de “Reflejos”. ¡Espero disfrutarlas a tope! Y os cuento en próximos posts…